Historia de una Consultora en seguridad alimentaria
Una vez un cliente me dijo, «¿cómo no sabía esto de ti? ¿Cuéntame más?». Yo le contesté, «Cuando tenía 16 años…» sin terminar de hablar, le dio la risa. Creo que no esperaba que me fuese tan atrás en el tiempo.
Y es que para entender hoy, hay que hablar un poco del camino que ha llevado aquí. Nací por primera vez hace unos años, el mismo día que Lito Sheppard, pero después he vuelto a nacer varias veces.
Volví a nacer con 17 años, cuando empecé mis primeros trabajos de verano en hostelería. Uno de los rasgos que me ha marcado desde mi inicio laboral es la EXCELENCIA. Nunca lo he sido, la mejor me refiero, pero la CONSTANCIA para buscar la excelencia ha sido algo que ha destacado en mí.
Ser constante en la mejora siempre me ha llevado a destacar.
Más tarde, cuando elegí la carrera de Publicidad me dijeron, «No te van a coger, es una universidad del OPUS, vives en un piso compartido con hombres, no tienes un apellido compuesto y no tienes un patacón». Ésa fue la razón fundamental para entrar por supuesto.
Y cuando entré en la Universidad de Navarra, escuché algo parecido, «No lo vas a conseguir, trabajas y estudias. ¿Cómo lo vas a pagar?». Y esa fue la razón para no permitirme fallar. Lo conseguí, con CONSTANCIA y con la ayuda de compañeras que sí eran excelentes.
Rodéate de gente excelente (¡Gracias chicas!)
Pagué la universidad trabajando en bodas. También conseguí destacar y conseguir una oferta en el restaurante insignia de la marca para mejorar el servicio. En realidad, no fue la rapidez, agilidad o excelentes maneras con la bandeja lo que me hizo brillar, sino las relaciones sociales. Siempre he sido simpática y auténtica.
Una personalidad diferenciadora es un valor.
El restaurante era el Maher de Cintruénigo (Navarra), donde comenzó mi andadura por las mesas con estrellas Michelín. Y el camino me llevó a Londres donde hay casi tantas como Mcdonald’s. En un lugar con esas características hacer las cosas bien es tan necesario como saber nadar para un pez. ¿Y cómo lo hacen?, creando sistemas y cumpliéndolos con CONSTANCIA. También supe lo que es la solidaridad y que todo es posible.
Todos necesitamos ayuda, la colaboración es una base en el trabajo y en la vida.
Y después de cinco años, me pasó como a Forrest, dejé de correr y me fui a casa. Volví a Galicia y tras un tiempo me embarqué en un nuevo proyecto. No podía esperar a jubilarme sin haber chapoteado en una agencia de publicidad. El universo estaba de acuerdo conmigo y apareció un curso en el que tenía la oportunidad de pasar dos meses de prácticas en una agencia. Elegí una de las destacadas en Coruña, Imaxe. Y me senté con una caña de pescar en su puerta a esperar por una oportunidad, después también les enviaría un pez en su pecera y, finalmente, el orden divino hizo que alguien se cruzara en mi camino y me echara un cable al contarle mi historia, era Amalia Baltar (¡Gracias!).
Ser valiente y creativa en la búsqueda de soluciones siempre me ha ayudado a lograr objetivos.
Y ya estamos cerca del principio del cuento. No te puedo dejar sin saber que pasó en la agencia…Pues durante casi un año que permanecí allí haciendo prácticas reconecté con una parte creativa, adquirí nuevas competencias comerciales y sobre todo aprendí a cuidarme a mí y a los demás.
Crear espacios de trabajo saludables es un objetivo que ya forma parte de la filosofía empresarial de las grandes empresas.
Muchas veces he conocido a personas en las que veía, por sus habilidades y experiencia tan diferenciadoras, oportunidades de emprendimiento brutales. Y un día me miré con esa misma mirada amable. Con toda la experiencia que tenía en restauración, sabiendo como respiraban, sus inquietudes, pudiendo empatizar, conociendo sus necesidades, me lancé a emprender y comencé a dar servicio ayudándoles a cumplir con las normativas sanitarias.
Con el tiempo, por recomendación fui a dar al sector de la industria alimentaria y ante las nuevas necesidades busqué formación TECNICA en procesos y calidad alimentaria. La formación continua y sobre todo, la constancia, la profesionalidad, la autenticidad, la creatividad, la honestidad y la GRATITUD para con los que me dan la oportunidad de participar en sus proyectos, son los valores que, aunque parecen no directamente relacionados con la calidad, caracterizan mi trabajo y el servicio que ofrezco.